lunes, 22 de julio de 2013

Corrector & Iluminador

Corrector & Iluminador, sabéis como utilizar y cuando cada producto?


La función del corrector es ocultar granitos, disimular manchas, ojeras o igualar el tono de la piel. Todo lo contrario de lo que hace el iluminador, cuya función es destacar las zonas bonitas del rostro. Por eso es importante no confundirlos.


Ahora, la textura. Esto varía de acuerdo a tu tipo de piel o problema a ocultar, efecto y resultado que busques.


Líquidos: son los más sencillos de usar aunque normalmente no ofrece una cobertura pareja. Ideal para ojeras y espinillas mínimas. Los encuentras en diversas presentaciones: tipo 'brillo labial', con brochitas, etc. y algunos contienen partículas iluminadoras que te hacen lucir descansada. Para cutis normal a seco.


En barra: son densos y permanecen en la piel por más tiempo. La mayoría de los colores antes mencionados vienen en barra, creando resultados prolijos. No los descartes si tus imperfecciones son muy marcadas. Recomendable para cualquier tipo de piel, sin embargo, ten cuidado si tu cutis es seco no querrás ver 'hojuelas' o resequedades en áreas de tu rostro.


Crema: digamos que es el punto medio entre el corrector líquido y el de barra. Se consiguen en pequeños tarros o platitos y suelen ser aplicados con       brocha o con los dedos. Cubren ojeras y zonas oscuras como esquinas externas de la nariz. ¿La desventaja? Pueden correrse o desparecer tras largas horas. Llévalo en tu kit de emergencia para retoques rápidos.


Lápiz: los correctores tipo lápiz se han ido posicionando poco a poco. No son los más efectivos pero ayudan a perfeccionar la forma de los labios.


En cuanto a colores, los hay en tonos similares a los de la piel, que son los más adecuados para disimular ojeras, o en verde para ocultar granitos enrojecidos. No todas las personas necesitan utilizar el corrector habitualmente, pero cuando se utiliza, hay que aplícalo siempre antes de la base de maquillaje y hacerlo con la cantidad adecuada de producto: a base de pequeños toques con el pincel corrector retráctil, incluso con la esponjita partible de látex porque van de maravilla para difuminar muy bien y eliminar el exceso de producto.


El iluminador sirve para aportar luz, destacar zonas concretas del rostro y también ayuda minimizar la apariencia de rostro cansado o apagado. Aunque los maquilladores profesionales utilizan las texturas en crema o fluidas antes de la base, cuando lo hace una misma, es más práctico utilizar el iluminador zonal después de aplicar la base de maquillaje. 


Así resulta más fácil ver los puntos que queremos resaltar. Sea como sea su textura, en lápiz, crema, fluida o en polvo, el tono del iluminador debe ser más claro al de la piel y aplicar una cantidad mínima mediante pequeños toques. También puede utilizarse una esponjita de látex para eliminar el exceso.


En qué zona aplicarlo, dependerá de lo que tú quieras destacar.


Si quieres abrir la mirada: debajo del arco de las cejas y en el lagrimal, para ampliar la frente daremos un toque en el centro Si queremos realzar los pómulos, justo encima de estos para disimular una nariz ancha, hemos de  trazar una línea sutil en el caballete.



Y por último, es aconsejable hacerlo con luz natural o con buena luz artificial.


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