Cuidado De Nuestros Pies En Verano

De todo el organismo, de todos los aparatos, de todos los sentidos, de todos los órganos, a lo que hacemos menos caso es a los pies y el verano puede ser un buen momento para dedicarles atención.

En pleno verano, podemos aprovechar para dar a los pies esa libertad que tanto agradecen y que tan bien les viene. 


Lo fundamental para que nuestros pies se mantengan en buena forma es Exfoliar para eliminar pieles muertas y callosidades, Hidratar mediante bálsamos que nos obliguen a masajear la zona y Reparar en profundidad para alisar la piel y curar las grietas y heridas.

Andar descalzo, especialmente en la orilla del mar, es uno de los ejercicios más beneficiosos para nuestros pies ya que el roce con la arena mojada es un magnífico masaje que nos ayuda a exfoliar nuestros talones y durezas por un lado y ayuda a fortalecer nuestros gemelos haciéndonos lucir unas piernas preciosas por otro.

Una cuestión que es muy importante tener en cuenta, es procurar  tener los pies siempre secos; cuando salgas de la ducha, de la piscina o del mar, sécalos bien, especialmente en el hueco que queda entre los dedos: evitarás infecciones por hongos.

También hay otros ejercicios aconsejables y que requieren poco sacrificio, pero que tienen consecuencias muy positivas, como andar de puntillas, saltar a la comba, baños con agua templada o hacer rodar una pelota de tenis bajo los pies, desde la punta de los dedos hasta el talón.

¡Atención!

El primer contacto con unas sandalias nuevas puede ser verdaderamente catastrófico para tus pies, y a veces las ampollas son inevitables. Debes tener muchísimo cuidado una vez que han salido, dado que si no se curan adecuadamente pueden derivar incluso en infecciones. Soluciones de emergencia: sumerge tus pies en agua tibia con sal para limpiar bien las heridas.